El alcohol isopropílico es un solvente versátil y potente utilizado principalmente para la limpieza y desinfección. Sirve para limpiar dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y computadoras, ya que se evapora rápidamente sin dejar residuos. Además, es efectivo para esterilizar superficies y utensilios en entornos médicos o laboratorios. También se usa en la preparación de la piel antes de inyecciones para reducir el riesgo de infección. Su capacidad para disolver grasas y aceites lo hace útil en la limpieza de lentes y componentes ópticos.