Vídeojuego de la saga God of War que responde al escueto nombre de God of War, y que traslada su fórmula jugable desde la antigua Grecia de las aventuras de Kratos a una ambientación nórdica de lo más llamativa donde retorna su carismático protagonista en una historia de padre e hijo que promete recuperar una parte de la humanidad perdida del espartano gracias a la presencia de su vástago, de nombre Atreus, y que es parte capital de la campaña individual, como siempre, punto fundamental del atractivo de esta legendaria serie de hack and slash con contextos mitológicos tras de sí. De hecho, y tras el experimento del on-line de God of War Ascension, desde Sony se ha garantizado que en esta entrega no habrá elemento multijugador.

El título no pierde ni un ápice de la violencia que ha caracterizado a la IP hasta la fecha, y mezcla con enorme fluidez potentes secuencias de carácter cinemático con escenas puramente in-game caracterizadas por una visceralidad descomunal. Eso sí, en lugar de la cámara fija y el estilo Hack and Slash de entregas anteriores, en esta ocasión Sony Santa Monica apuesta por una perspectiva más propia del género de acción y aventuras y un planteamiento más abierto (sin llegar a ser un sandbox) para el debut de una de las franquicias estrella de la marca PlayStation en PS4.