1. Apoyo a la función muscular y nerviosa: Tanto el magnesio como el potasio son esenciales para el funcionamiento adecuado de los músculos y el sistema nervioso. Ayudan en la transmisión de impulsos nerviosos y en la contracción muscular, incluyendo la del corazón.
2. Equilibrio de electrolitos: El magnesio y el potasio contribuyen al mantenimiento de un balance adecuado de electrolitos en el cuerpo, importante para la hidratación y el funcionamiento de las células.
3. Metabolismo energético: Ambos minerales desempeñan un papel en la conversión de alimentos en energía, ayudando en los procesos metabólicos esenciales para la producción de ATP, la fuente de energía celular.
4. Apoyo a la salud ósea: El magnesio es esencial para la salud de los huesos, ya que ayuda en la absorción del calcio y la formación de estructuras óseas fuertes.
5. Regulación de la presión arterial: Consumir cantidades adecuadas de magnesio y potasio puede apoyar la salud cardiovascular, ya que ambos minerales ayudan a relajar los vasos sanguíneos y, con ello, a mantener una presión arterial dentro de los rangos normales.